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30 de octubre 2010

UN CIUDADANO DEL MUNDO
EN LA RUTA DEL RON - BANCO POSTAL 2010

por Christine Pascal-Lecan

Estáis muy implicados en la construcción del velero, se trata de un trabajo en equipo. Explicarnos esta experiencia.

Jean-François Lilti. Disponíamos aproximadamente de doscientos mil euros. En efecto, en lugar de invertir nuestros ahorros en la bolsa o en el sector inmobiliario, preferimos invertirlos en aquello que es nuestra pasión: las competiciones náuticas.

Así pues, decidimos construir un catamarán de 50 pies. Es más original puesto que hoy los multicascos son casi todos trimaranes. Hemos hecho la elección de un catamarán rompe-olas, con un casco central suspendido, inspirado en otros barcos experimentales… y que no se parece a ningún otro.

El proyecto nació de encuentros especialmente con Matthieu Feron, arquitecto que ganó un concurso de diseño de cascos. A continuación, un equipo de aficionados se agrupó en torno al proyecto.

¿Cuáles son los puntos fuertes y los puntos débiles del barco?

Xavier Gosselin. Uno de sus puntos fuertes es su comportamiento frente al oleaje: los multicascos están preparados frente a la marejada, como la que existe en el canal de la Mancha. La cabina central está muy protegida y es verdaderamente muy espaciosa para un barco de competición. El mástil es ahora un punto fuerte y es más sólido que nunca.

JF. Lilti. Es un mástil que nos fue ofrecido por Mike Golding. Es necesario saber que ya ha hecho dos vueltas al mundo y ha sido reparado dos veces. Está reforzado. Su dirección y la obencadura también han sido reforzadas. El mástil puede ser un punto débil, pero es el punto débil de todos los otros barcos. Durante su última Vendée Globe, hubo un número considerable de desarboladuras: Mike Golding, Bruno Peyron, DCNS, Groupe Bel. Y estos veleros tienen unos mástiles cuyo precio es superior a nuestro presupuesto global.

¿Cuáles son las características del Avocet, como su talla, su peso, la altura de su mástil o la superficie de su vela?

Su peso es algo menor a unas 6 toneladas, su longitud es de 50 pies, es decir, 15,24 metros y su anchura de 10,50 metros. El mástil mide 21 metros y la cabeza del mástil se encuentra a 23 metros sobre el nivel del mar, es decir, la altura de un edificio de siete pisos. La superficie de la vela grande es de alrededor de 110 m2, el solente es de 60 m2 y el spinnaker hace 160 m2. La proporción entre la superficie de la vela y el peso del barco es excelente.

¿Cuántas horas de trabajo sobre el Avocet?

X. Gosselin. Aproximadamente unas 11.000 horas. Como podéis ver es una pasión que nos come nuestro dinero y nuestro tiempo.

JF. Lilti. Estábamos trabajando hasta las doce en la fabricación de los moldes, al lado de la playa de Omaha Beach, en Saint-Laurent sur Mer. No es una región de tradición marítima, sino agrícola y este proyecto pasó relativamente desapercibido en Bretaña; en cambio, entusiasmó a los habitantes del pequeño municipio. El mar hace soñar, incluso a aquellos que no navegan y recibimos muchas ayudas, también por parte del alcalde del municipio, como de jóvenes jubilados, estudiantes …

¿Alguna vez tuvisteis dudas? ¿En algún momento os pareció el proyecto demasiado ambicioso?

X. Gosselin. No pensaba que la embarcación estaba siendo construida por elementos separados. Hasta la botadura, no habíamos tenido tiempo de plantearnos estas cuestiones. Nunca dudé del porvenir del proyecto.

Veamos ahora la razón de vuestra militancia. ¿En vuestro camino, qué fue aquello que os condujo a juntaros con la asociación Ciudadanos del Mundo?

JF. Lilti. Creo que fue siempre un azar de encuentros. Es verdad que es una asociación que conocíamos desde hacía tiempo, especialmente por los encartes publicados por Le Monde Diplomatique, pero sin haber participado. Es así como conocí la asociación. Las ideas de los Ciudadanos del Mundo cuadran perfectamente con aquello que pensamos y cuando encontramos a Didier Marchand, nos animó a asociar nuestro proyecto a un ideal mundialista.

X. Gosselin. En efecto, la idea de hacer un final de camino con Ciudadanos del Mundo era casi natural y estaba en la lógica de nuestra gestión de navegantes sensibles a los problemas de contaminación del agua.

¿Cómo va a sensibilizar la vela acerca del mundialismo y el medio ambiente?

X. Gosselin. Es sencillo sensibilizar a la gente sobre el medio ambiente a través de la vela, pues es un deporte que podemos calificar de verde. Los veleros, por definición, utilizan el viento como única fuerza para el desplazamiento. Además, podemos decir sin exagerar que la degradación de los océanos desespera al conjunto de los aficionados de la vela.

JF. Lilti. Vela y mundialismo: evaluamos sobre un medio que por su misma naturaleza es mundial. La superficie líquida no pertenece a nadie exceptuando las pequeñas franjas de aguas territoriales, a tal punto, es necesario que las decisiones sean tomadas a nivel global, tanto para los problemas de gestión de los recursos oceánicos como frente a la contaminación y el cambio climático. Un ejemplo de entre los muchos que podríamos citar son los desechos provenientes del continente, vertidos sobre la orilla que los vientos y las corrientes van desplazando. Encontramos en las playas de Cabo Verde plásticos provenientes de España. Comprendemos que las decisiones deben ser tomadas a nivel mundial.

Los Ciudadanos del Mundo no han sido capaces de financiar los gastos de la carrera del Avocet. ¿Es importante la dimensión voluntaria en vuestra gestión?

X. Gosselin. El voluntariado y los esfuerzos financieros de Jean-François han sido los orígenes de este proyecto. En alguna parte, el voluntariado es también la fuente de nuestra energía. He declinado varias veces la propuesta de entrar en grandes equipos para ser preparador de barco. Prefiero estar en un pequeño proyecto, estar al corriente de todos los problemas y poder navegar, que ser un simple peón en un gran equipo. La gestión de voluntariado ha estado siempre presente y nos sentimos ya recompensados.

JF. Lilti. No deseo insistir en la cuestión pero el barco ha sido construido con mano de obra de entusiastas aficionados y con aportes financieros personales de gente que ha trabajado en el barco. Hoy, este barco existe, navega, lo hace con un pequeño presupuesto, pero aquello que me place más es que me puedo permitir una asociación que no tiene grandes medios de participar en la Ruta del Ron con una cobertura mediática importante. En este caso, como es el sueño del equipo de participar en este tipo de carreras, donamos a la asociación Ciudadanos del Mundo la posibilidad de hacer la promoción de una Autoridad Mundial de los Océanos. En efecto, preferimos ofrecer toda la superficie mediatizable de nuestro velero a una asociación acorde con nuestras ideas, incluso si esto nos produce un gasto a nuestro presupuesto.

¿Por qué pensáis que una autoridad mundial de los océanos podría mejorar la situación actual?

JF. Lilti. Esto es completamente evidente. Únicamente una autoridad mundial, con carácter evidentemente supranacional, es decir, que tenga verdaderos poderes de coacción, podría hacer presión sobre los gobiernos para evitar que los productos tóxicos, los residuos de fabricación de la industria química, los desechos diversos y variados que son arrojados a los estuarios. Se deben tomar medidas aún más draconianas en aquello que concierne a la sobrepesca y a los parques marinos, sólo así, las especies podrán reproducirse y que la pesca sea realizada en las correctas condiciones.

X. Gosselin. Al día siguiente de la cumbre de Copenhague, es muy fácil percibir los límites del actual sistema. La puesta en marcha de una Autoridad Mundial de los Océanos, que sería una autoridad sobre los estados, me parece, pues, la única alternativa para salir del estancamiento actual.

Agencia Mundialista de Información y Prensa

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