Como delegados del Congreso de los Pueblos,
elegidos de forma directa y democrática por un
electorado repartido en 110 países,
CONSTATAMOS
- Que los estados, mas de 150, actualmente defienden
250.000 kilómetros de fronteras;
- Que los estados despilfarran, para esa
defensa reciproca, riquezas no
renovables;
- Que los 100 millones de seres humanos actualmente
trabajando en nuestro planeta para la industria
armamentística, perfectamente podrían
ser contratados para fabricar herramientas
útiles a la comunidad mundial, y especialmente
herramientas, que posibiliten del desarrollo del
tercer mundo;
- Que los gobiernos de los estados para hacer a los
pueblos aceptar sus políticas
armamentísticas, no dudan en jugar con las
reflexiones más primitivas de sus
conciudadanos.
RECORDAMOS
Que las guerras feudales terminaron solamente, cuando
el reconocimiento de una autoridad superior pudo limitar
las soberanías locales. El mismo proceso debe
aplicar a escala mundial.
DECLARAMOS
Que el desarme será eficaz solamente, si el
mismo es controlado por un organismo con poderes
limitados, pero reales, lo que hacer suponer la puesta en
marca de una INSTITUCION MUNDIAL.
Sin limitación de la soberanía
nacional, toda propuesta de desarme es solamente una
ilusión.
|