El 3 de Marzo de 1966, trece Ciudadanos del Mundo re renombre mundial lanzaban un llamamiento en favor de la Ciudadanía Mundial.

Desde entonces, millares de hombres y mujeres conscientes de sus responsabilidades respecto tanto de la Comunidad Mundial como de las generaciones futuras, y resueltos a conseguir su reconocimiento como miembros de dicha Comunidad, pidieron ser registrados como Ciudadanos (as) del Mundo y contribuyeron, mediante nueve votaciones transnacionales, a la elección de 18 Delegados para el Congreso de los Pueblos, prefiguración de un Parlamento Mundial.

Hoy,

• Cuando la interdependencia de los Pueblos del Mundo es admitida ;
• Cuando el carácter transnacional de los desafíos y de las amenazas que pesan sobre la Humanidad es reconocido ;
• Cuando las decisiones de la ONU, carentes de capacidad para obligar, resultan inoperantes frente a
• conflictos tan complejos como los étnicos ;
• Cuando la soberanía nacional ya no es considerada tabú ;

Al organizar la décima Elección al Congreso de los Pueblos,

Denunciamos los esfuerzos que para su hegemonía realizan los Estados-Nación en detrimento de las poblaciones,

Acusamos a los Estados de favorecer una mundialización salvaje regida por la ley de la selva, de preconizar, bajo pretexto de liberalismo, la competitividad desenfrenada constituyendo un gravísimo factor de exclusión y de marginalidad para un creciente número de personas tanto en el seno de las sociedades llamadas desarrolladas como en las consideradas en vías de desarrollo.

Pedimos que sean tomadas en consideración las innovadoras propuestas formuladas por las diversas grandes Conferencias Mundiales referentes a cuestiones como el Hambre en el Mundo, la Población, el Medio Ambiente, el Desarrollo (durable), la marginación y la discriminación en todos sus aspectos...; unas propuestas que son testimonio del emerger de una auténtica opinión pública mundial y que solicitamos no queden en meras declaraciones de buena intención o en letra muerta.

Exhortamos a los Estados-Nación a transferir una parte de su Soberanía en favor de Instituciones Supranacionales Mundiales democráticamente constituídas, las cuales dotadas de poderes limitados pero reales, deberían actuar en favor de la Solidaridad entre los pueblos del Mundo y del establecimiento de Leyes que sean comunes.